viernes, 17 de octubre de 2014

Ocupación Cibernéticas

Tecleando Madonna.org accederás a la web de un hospital de Nebraska. Es sólo un ejemplo de los miles de denuncias que se ponen por ciberocupación. ¿Qué pretenden los usurpadores de nombres de dominio?

¿Qué relación guardan el Lazarillo de Tormes e Isabel Preysler? La picaresca. Hasta hace poco tiempo, tecleando Preysler.com en cualquier navegador se accedía a un dominio registrado por Ediciones Delfín en lugar de ver una web de la conocida esposa de Miguel Boyer.
Reservar un dominio con el nombre de un famoso o el de una compañía para revendérselo posteriormente a un precio desorbitado es lo que se conoce como cybersquatting –ciberocupación– o secuestro de dominios. Esta práctica comenzó a finales de los noventa cuando el gobierno de Estados Unidos liberalizó el sistema de dominios que hasta entonces monopolizaba la compañía Network solutions. Desde ese momento, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual ha recibido unas 2.500 denuncias correspondientes a los dominios .com, .net y .org. España es el tercer país en cuanto a número de demandas. Sólo EE UU y el Reino Unido nos superan en este ranking, según los datos de un informe de la Asociación de Internautas y de la empresa toledana Rose. Son cosas del día para tí. Sin palabras  Unos cuantos avispados vieron una oportunidad de negocio adelantándose a grandes empresas como El Corte Inglés, Telefónica, Cortefiel y Banesto, registrando sus marcas comerciales en la Red. Algunas tuvieron que recurrir al talonario como vía para recuperar su identidad corporativa en Internet o esperar el dictamen del Centro de Mediación y Arbitraje de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). Ser el primero es la clave para conseguir un dominio llamativo y son muchos los que han invertido en la reserva de dominios como si de solares a punto de ser recalificados se tratase. El negocio consiste en reservar el dominio y colocar una web en la que se anuncia su venta. Eso fue lo que hizo un ciberocupa que registró nada menos que 108 dominios relacionados con Harry Potter –el personaje del best seller infantil– tales como Harrypotterproductions.com o Harrypotterinhollywood.net, entre otros. Eso sí, la multinacional Time Warner, propietaria de los derechos de explotación, los recuperó gracias a la OMPI. Ante la enorme proliferación de este tipo de acciones, existen compañías como Top finds (www.top-finds.com) que subastan sitios como Saramontiel.com a partir de 200 dólares –unas 39.000 pesetas–. Aunque la cifra puede ser mucho mayor: la prensa británica afirmaba que el dominio inglés de Bill Gates, presidente de Microsoft, Billgates.co.uk, superó los 500 millones de pesetas. Los beneficios son cuantiosos teniendo en cuenta que registrar un dominio con una extensión .com, .net y .org no cuesta más de 35 dólares. Por eso, no es de extrañar que en la actualidad resulte casi una misión imposible encontrar una palabra libre que pueda ser registrada, sobre todo en inglés.  Oro parece... Dan Parisi tuvo la genial idea de colocar una web de contenido sexual en Whitehouse.com y desde entonces recibe millones de visitas desde todas las partes del mundo. Pero la Casa Blanca –cuya página oficial es Whitehouse.gov– no fue el único dominio que secuestró este magnate del sexo, también se hizo con Madonna.com y con Wallstreetjournal.com. Claro que no siempre hay picardía en este tipo de acciones. Hay veces que son la casualidad o el azar los que conducen al internauta a una web que nada tiene que ver con lo que buscaba. Es el caso de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, a cuya web se accede tecleando Figo.com. Lógicamente no guarda ninguna relación con el jugador del Real Madrid.